Paso 1. ¿Quieres pintar las paredes de tu casa o lugar de trabajo en esta temporada del año? ¡Hazlo con colores claros! Esta decisión puede ser fundamental para el ahorro de energía eléctrica. Las tonalidades claras aumentan visiblemente la luminosidad de los espacios en los que te encuentras el blanco, es el color que da más luz a un lugar.
Paso 2. Aprovecha al máximo la luz natural. Tal vez, este sea el paso más sencillo a seguir, pero no por eso, nos vamos a olvidar de recordártelo en todo momento. Mantén tus cortinas abiertas mientras realizas tus actividades diarias y tu cartera te lo agradecerá. Si el aire está fresco, también puedes abrir por completo puertas y ventanas.
Paso 3. Si necesitas ventilación, utiliza el ventilador de techo. Este aparato suele consumir menos energía eléctrica que el aire acondicionado. Recuerda tenerlo en velocidad baja y darle mantenimiento para obtener un mejor rendimiento.
Paso 4. Revisa y dales mantenimiento a tus luces LED y en general, a cualquier electrodoméstico.
Paso 5. Puedes invertir en cortinas térmicas. Estas aíslan el calor y lo mejor es que también las puedes usar en temporada de frío.
Paso 6. Seca tu ropa al aire libre. La secadora de ropa es uno de los grandes consumidores de energía eléctrica, así que, en temporadas cálidas, lo mejor es optar por poner tu ropa al sol y dejar que se seque; además, esto ayuda a eliminar las bacterias y, una vez más, tu economía estará agradecida.